¿Te has preguntado cómo mantener la casa fresca? Aquí te contamos cómo construir una casa fresca y cómo llegó esta arquitectura a nuestro país.

 

Porque venían de zonas aún más calurosas que España, la invasión de los musulmanes trajo consigo un tipo de arquitectura tradicional que permitía construir casas con un ambiente fresco, incluso en los veranos más duros.

En términos generales, puede decirse que los edificios que siguen estos dictados suelen tener poca altura y están en armonía con el paisaje. Muchas de las cosas estaban encaladas, lo que tiene una explicación muy relacionada con la climatología: el color blanco se utiliza en zonas cálidas porque refleja todas las ondas de luz y no absorbe ninguna, con lo que funciona como un espejo que repele el calor.

De hecho, aún hoy podemos no solo contemplar estos recursos arquitectónicos, sino que se siguen utilizando en la construcción de nuevos espacios.

Patio andaluz

Uno de los más evidentes es el denominado patio andaluz, visibles en la Alhambra de Granada, los Reales Alcázares de Sevilla o el Califal de Córdoba y en numerosas casas de los cascos históricos de ciudades y pueblos de Andalucía.

patio-casa-fresca

Estos patios surgen de la necesidad climatológica de la zona. Andalucía se caracteriza, entre otras cosas, por tener unos inviernos cálidos y unos veranos calurosos. Estos patios suponen un soplo de aire fresco para los hogares y son, en muchas ocasiones, la parte central de estos lares.

Suelen ser de forma cuadrada y no son visibles hasta que no accedemos al interior de la estructura del edificio. Están enmarcados entre cuatro paredes, que normalmente alcanzan las dos alturas de la vivienda, creando unos soportales coronados por arcos. Esta arquitectura hace que estos patios sean los lugares más frescos y sombreados de la casa.

Para facilitar la creación de estos patios, las calles solían ser estrechas, ya que al haber poco hueco entre los edificios se evitaba que entrara mucha luz y sol. Además, las fachadas suelen ser estrechas por lo que apenas había ventanas. Algo que facilitaba ese frescor.

Materiales

Otra de las claves de esta arquitectura son los materiales que se empleaban para su construcción. El ladrillo árabe, el mármol y el yeso ayudan también a conseguir esos espacios frescos. Tanto que estos tres elementos se consideran característicos de la época mudéjar y de este tipo de arte.

Foto gratuita trabajador pulido pared blanca con papel de lija

Son, como se suele decir, materiales pobres los que utilizaban en las construcciones. Pero, eso sí, es una arquitectura en la que se aprecia un gran contraste entre la pobreza exterior sencilla y simple, y el interior ricamente decorado.

Foto gratuita tiro vertical del interior de un templo con ventana de arco y el hermoso paisaje urbano en segundo plano.

Cúpulas

Otro de los elementos característicos, las cuales permitían un ambiente fresco, son las bóvedas: bóvedas de crucería, bóvedas gallonadas y las bóvedas caladas que están llenas de fantasía. También emplean diversos tipos de arcos, especialmente el de herradura, además de los arcos polilobulados y los arcos de herradura apuntados. En ocasiones estos arcos servían no solo como elemento sustentante, sino también como pequeños acueductos para canalizar el agua.

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Información recolectada de endesax.com


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