Todos y todas necesitamos un break de las actividades diarias, pero no siempre podemos irnos de vacaciones ni salir a un café, a caminar a un parque o a escaparnos a una playa. Así que la solución es contar con un oasis dentro de casa, un pedacito del hogar que podamos considerar sólo nuestro, en donde podamos encerrarnos o, mejor dicho, hacia donde podamos salir y relajarnos, olvidarnos del estrés cotidiano y descansar para cargar energía y volver al ruedo después de unos minutos.
Este espacio puede ser un rincón en la estancia o el jardín, una parte de nuestra recámara, una habitación especial, un jardín pequeño, un patio de luz y hasta un umbral. Lo importante es crearlo con aquellos elementos que te ayuden a sentirte mejor: sonidos, aromas, vistas, calidez, humedad, luz natural…
En este libro de ideas te damos algunos consejos para crear tu propio espacio relajante y lindo en casa, y te invitamos a contactar a los profesionales en diseño y decoración para una asesoría mucho más profesional o, en caso de requerir alguna modificación integral en tu casa.
¡Toma nota!
Primero que nada, delimita en sitio en el cual quieres crear ese espacio: una terraza, el balcón, un pequeño patio al fondo de tu casa, un rincón de la estancia o una habitación completa. Después, piensa en el estilo que te provee de tranquilidad: algo zen, un toque mexicano, estilo minimalista, colorido o monocromático. Es importante poner eso en palabras: haz una lista de estos detalles para comenzar a buscar los elementos ideales.
2. Integra tus colecciones personales
Si tu espacio de relajación consiste en tu estudio o forma parte de él, puedes crear una pequeña biblioteca para salirte del mood de trabajar para descansar unos minutos. En este caso puedes integrar un librero con el tipo de madera de tu preferencia, aunque lo más importante es colocar los libros que realmente te gustaría leer para disfrutar, además de accesorios y elementos decorativos de tu gusto y colección personal.
3. Elementos y materiales naturales
Cuando la casa es pequeña, es posible que tu única opción para relajarte sea la sala. ¡Y no es mala idea! Puedes integrar textiles lindos, colores cálidos como amarillos, rojizos y tierras, plantas naturales, asientos de fibras y tejidos, luces cálidas, y de preferencia lámparas de piso y/o de mesa con luces ámbar muy suaves, para contar con un poco de iluminación mientras descansas y te olvidas del estrés cotidiano.
5. Un jardín zen
6. Materiales desnudos y mucha luz
Los elementos y accesorios naturales son perfectos para este tipo de espacios. Incorpora muebles de textiles naturales, fibras crudas y tejidos frescos. También permite que la luz entre a raudales, evitando en lo posible la luz artificial pero contando con lámparas cálidas para cuando ya no haya sol. Y alguna pared desnuda, mostrando la naturaleza de sus materiales.
7. Comparte tu espacio con los tuyos
Y si prefieres compartir tu espacio relax con la familia, puedes crear una estancia súper cómoda, íntima y particular sólo para quienes viven en casa. Puedes tener accesorios, libros, sistema de sonido, difusor de ambiente, luz natural y plantas.
8. Difusor de ambientes