Muchos líderes de opinión coinciden categóricamente en que actualmente estamos al borde de una cuarta revolución industrial. La primera revolución industrial nos trajo la producción mecanizada, la segunda, la producción en masa, y la tercera, la producción automatizada. Ahora, nos encontramos en otra coyuntura de la historia.
¿Qué nos deparará la cuarta revolución industrial? Con la velocidad actual de la I+D tecnológica, es difícil imaginar cómo será nuestro futuro dentro de 10, 20 o incluso 50 años. Sin embargo, lo que es seguro es que la aparición de estas nuevas tecnologías cambiará todos los sectores en todas las geografías, incluido uno de los más lentos en digitalizarse, el de la construcción. De hecho, los avances en robótica han propiciado la aparición y adopción de nuevas tecnologías como la impresión 3D, también conocida como fabricación aditiva, en la construcción comercial y residencial.
Uno de los usos más populares de esta tecnología son las casas impresas en 3D. Estas estructuras tienen numerosos beneficios, no sólo para las empresas que las construyen, sino también para la sociedad en general. La impresión 3D en la construcción puede ahorrar a las empresas un 60% en tiempo y un 80% en mano de obra gastada, por lo que las ventajas para los primeros adaptadores son numerosas.
Y quién mejor para profundizar sobre las casas impresas en 3D que Henrik Lund-Nielson, fundador y director general de COBOD International, líder mundial en soluciones de impresión 3D para la construcción y startup en la cartera de inversiones de CEMEX Ventures, e Ibon Iribar, asesor de inversiones e innovación abierta en CEMEX Ventures.