Para el uso del brazo articulado en los trabajos de altura, hay una serie de recomendaciones y medidas de prevención generales orientadas a garantizar su correcto manejo, así como a resguardar la seguridad de los operarios y demás personas que intervienen en las obras que estén realizando.
Lo primero que deben tener presente es que los usuarios o técnicos que vayan a conducir la máquina deben ser expertos bien formados y autorizados para la labor en brazos articulados o plataformas para trabajos en altura, puesto que un manejo inapropiado aumenta significativamente los riesgos de caídas de personal o de accidentes en la zona de obras, como colisiones, volcamientos o daño de las estructuras.
Antes de poner en marcha los brazos articulados, es menester que comprueben el estado del mando de control, de manera que puedan verificar su correcto funcionamiento; realicen una inspección visual del estado mecánico del equipo, fijándose en las conexiones eléctricas, los frenos y los circuitos hidráulicos. También es importante que comuniquen cualquier anomalía encontrada al personal encargado o a los directivos del proyecto en el que trabajen, para que los especialistas puedan examinar los desperfectos y prevenir problemas.
Por otro lado, antes de elevar la plataforma hidráulica, el brazo articulado o cualquier otro equipo de trabajo en alturas, se aconseja que constaten que no haya conducciones eléctricas en la vertical de los equipos; en caso de presencia, deben mantener una distancia mínima de seguridad. Prueben también el estado y nivelación de la superficie de apoyo, para evitar un volcamiento; asimismo, estudien el peso de la canasta y comprueben que no supera el límite permitido; verifiquen que las protecciones del equipo y la puerta de acceso se encuentran en buenas condiciones, y delimiten una zona de trabajo para impedir que otros trabajadores o personas ajenas a las tareas circulen cerca de la máquina.