Materiales para enfriar tu casa de un modo más natural y sin necesidad de usar aire acondicionado
Piedra natural
Dentro de este grupo, los granitos son los más frescos, seguidos de los mármoles –que además son muy adecuados para zonas húmedas, ya que su baja porosidad no permite la proliferación de hongos ni bacterias–, las areniscas, las pizarras y las piedras volcánicas, aunque estas últimas, por su color oscuro, absorben más calor que las piedras de color claro.
Cerámica
Los productos cerámicos son de un 25 a un 50% menos conductores que las piedras y su habitual estructura delgada hace que su temperatura superficial varíe con rapidez.
Cal, yeso y arcilla
Los revestimientos continuos de cal, yeso, arcilla y pinturas minerales son fríos al tacto y con propiedades higroscópicas, es decir, absorben agua o la liberan al ambiente en función de la humedad relativa (HR), lo que es de gran ayuda para lograr un ambiente interior con una HR correcta y reducir la sensación de bochorno.
Hormigón y cemento
Son materiales térmicamente comparables al gres, pero con una mayor inercia térmica. Los muros de hormigón suelen tener un elevado espesor, lo que favorece su inercia térmica y por extensión su capacidad para refrescar el ambiente.
Agua
En el proceso natural de evaporación, el agua necesita grandes cantidades de calor y lo absorbe de su entorno inmediato. Por eso su presencia en el interior en forma de fuentes, estanques y piscinas interiores ayudará a refrescar el ambiente.