El arquitecto tradicional era visto anteriormente como un profesional elitesco, dedicado exclusivamente a poner sobre el papel sus ideas sobre impresionantes obras que se plantarían en los centros urbanos. Sin embargo, con el paso del tiempo, los artistas de la proyección se han visto en la necesidad de involucrarse en aspectos más allá de sus obras, y gracias a ello han tenido que adquirir, poco a poco, nuevas cualidades que los convierten en súper héroes. A continuación listamos 5 de esas cualidades que debe tener el arquitecto del siglo XXI.
1.Salvar el planeta. Los arquitectos de este siglo, deben tener en cuenta el impacto ambiental que sus obras tendrán. Cada vez existe un mayor número de legislaciones que protegen el medio ambiente y que representan todo un reto a la hora de diseñar una edificación. Eso quiere decir que debe saber de ecología y también de la permisología (leyes) que resguarda la naturaleza, no solo para no transgredirla, sino buscar adaptarse a ella y hacer que su obra coexista en armonía con el ambiente.
2.Visión tecnológica. El papel y lápiz ya no son las herramientas básicas del diseño. Existen una gran variedad de programas, aplicaciones y gadgets que facilitan y adaptan su trabajo a los nuevos tiempos. El AutoCAD Arquitecture, Revit Arquitecture y el 3Ds Max son sólo tres de los softwares imprescindibles en el desktop de un arquitecto actual. Sería interesante saber lo que Villanueva, Bresciani o Valdés habrían creado con estas herramientas.
3.Multi Materiales. Muy atrás quedaron aquellas edificaciones en las que el concreto era el protagonista. El arquitecto de esta era, tiene en sus manos un enorme abanico de opciones que debe y tiene que saber incluir en sus diseños. Desde el vidrio, hasta el heno, las grandes construcciones modernas, exigen la integración de diversos materiales para obtener resultados más ajustados a las necesidades estéticas, ambientales y funcionales de estos tiempos.
4.Trato personal. Los clientes cada día son más exigentes. La globalización ha hecho que todos sepamos – o creamos saber- un poco de todo. El cliente cree saber lo que quiere en el diseño de sus obras, y, cuanto más personal sea su fin, mayor es la exigencia. Por ende, el arquitecto debe tener la capacidad de conocer a su cliente y canalizar sus deseos y necesidades en favor de una proyección ajustada a sus posibilidades y presupuesto.
5.Ajustarse al presupuesto. Aunque el cliente tenga una idea fantasiosa de la casa de sus sueños, o el arquitecto quiera desplegar todas sus ideas en una espectacular maqueta, el presupuesto es la principal limitante en un proyecto. Ajustarse al plan inicial es una cualidad invaluable.
Los perfiles profesionales han sufrido cambios en la medida en que se humanizan las ciudades, se difunde la información y se globalizan las relaciones. Sin duda, los nuevos arquitectos combinan el conocimiento y la experticia de sus antecesores, con los avances de los nuevos tiempos.