Este mes el frío nos tomó desprevenidos en México. Por eso, mantener nuestro hogar caliente es todo un reto, sobre todo ante el alza de los precios de la electricidad.
No obstante, hay maneras baratas y sencillas para mantener cálida nuestra vivienda. El primero de estos trucos es tan antiguo como la vida misma: aprovechar la luz del sol y su energía calorífica.
Para ello hay que abrir las cortinas y subir las persianas, pero no abrir las ventanas, porque el calor entra, pero no debemos dejar que salga. Cuando el sol se marche, es cuando debemos oscurecer las ventanas para que el calor se mantenga.
Otro consejo se resume en una palabra: aislamiento. Es fundamental que todas las puertas y ventanas de la vivienda estén bien aisladas. Debemos revisarlas y si hay fugas de calor, solucionarlas. Hay opciones baratas como cinta adhesiva, goma o espuma. En las puertas puedes poner un burlete aislante.
Cuando recurrimos a fuentes de calor como el radiador, podemos aprovechar mejor su energía colocando una lámina reflectante entre el aparato y la pared, sin bloquear las salidas de aire.
De esta manera podremos reducir el tiempo de encendido de los radiadores y por consiguiente, reducir el importe de la factura de la luz.
Fuentes alternativas de calor
Otro truco es aprovechar otras fuentes de calor. Por ejemplo, si usamos el horno para cocinar, cuando terminemos podemos dejar la puerta de éste abierta para que su calor se extienda al menos por la cocina.
En la lucha contra el frío podemos aprovecharlo todo: por ejemplo, que los elementos de decoración e incluso los muebles nos sirvan. Así, si colocamos muebles junto a las paredes reduciremos el frío. Las alfombras y elementos textiles de decoración como almohadas o mantas también contribuyen a mantener la temperatura.
Por último, hay que tener en cuenta que las paredes de la casa son también un lugar de pérdida de calor, por lo que si las tapamos en la medida de lo posible con elementos como cuadros, espejos, tapices o fotos, reduciremos esta pérdida. Otra solución es instalar papel pintado o usar colores cálidos.