Nos encantan las megaconstrucciones. A lo largo de los años el ser humano ha demostrado tener capacidad más que suficiente para crear construcciones faraónicas de la talla del puente HZMB, un rascacielos horizontal de 4.800 millones de dólares o el puente Hong Kong-Zhuhai Macao. Precisamente de puentes vamos a hablar hoy, y de China, porque si hace unas semanas terminaron la construcción del puente que une Rusia y el país oriental, hoy queremos centrarnos en su joya de la corona: el Gran Puente de Danyang-Kunshan.
Se trata del puente más largo del mundo y así lo reconoce el Premio Guinness que recibió en junio de 2011. La construcción está ubicada en Jiangsu y a través de él se desplaza la línea de alta velocidad Jinghu, que une Pekín y Shangai. Más interesante resulta el hecho de que el Gran Puente de Danyang-Kunshan cruza el viaducto de Changhua–Kaohsiung, que curiosamente es el segundo puente más largo del mundo. Y no es una sorpresa, porque siete de los diez puentes más largos de nuestro globo están en China.
Toneladas de acero, mucha gente y muchos años
La construcción del puente comenzó en 2006 y tardó cuatro años en completarse, que no está nada mal si tenemos en cuenta que tiene una longitud de 164,8 kilómetros. Por ponerlo en contexto, es algo más que la distancia que hay entre Córdoba y Málaga usando la A-45. Tampoco está mal si lo comparamos con el Puente de la Constitución de 1812, en Cádiz, que tiene tres kilómetros de longitud y tardó en construirse siete años.
Para llevar a cabo semejante obra faraónica fueron necesarios 10.000 trabajadores y una inversión total de 8.500 millones de dólares. En su construcción se necesitaron 450.000 toneladas de acero, que como señalan en Diario del Viajero, es suficiente para hacer 65 torres Eiffel, así como 2,3 millones de metros cúbicos, que son el equivalente a 3.800 piscinas olímpicas. Este puente tiene una altitud media de 30,48 metros y en uno de sus tramos cruza el lago Yancheeng, que tiene una longitud de 9,6 kilómetros.
En rojo oscuro, la ruta completa que sigue el puente Danyang-Kunshan – Imagen: Wikimedia con licencia CC BY-SA 2.0
Precisamente esta zona es importante, ya que fue reforzada para resistir a catástrofes naturales y el impacto de buques de guerra. China es un país con alta actividad sísmica, tanto que solo en 2019 ha sufrido 126 terremotos, siendo el más importante el de 6.1 en la escala Ritcher que ocurrió en Hualian, Taiwán. El puente se apoya sobre 2.000 pilares y cuenta con 22 túneles que, sumados, suponen unos 16 kilómetros de vía.
Como decíamos, por encima de este puente circula la línea de Alta Velocidad Pekín-Shangai, que tiene una longitud de 1.318 kilómetros. Esta se abrió el 30 de junio de 2011, casi al mismo tiempo que el puente, que se terminó de construir en 2010 pero no se inauguró hasta 2.011. El tren tiene una velocidad máxima de 326 kilómetros por hora, lo que le vale para recorrer todo el tramo en poco menos de cinco horas. Hay 24 paradas y dos vías.
China y los puentes largos
En la imagen, el viaducto Changhua–Kaohsiung
Y es que China tiene una especie de fijación con los puentes largos. Como decíamos al principio, de los diez puentes más largos que hay en el mundo, siete están en territorio chino. Danyang-Kunshan es el más largo y le sigue el viaducto de Changua-Kaohsiung, que mide 157 kilómetros. El tercero, cuatro y quinto son también chinos: Cangde (115), Tianing (113 kilómetros) y Weinan Weihe (79 kilómetros). No es hasta la sexta posición que encontramos un puente tailandés, el Bang Na, que mide 54 kilómetros.
La parte baja de la tabla la componen el Gran Puente de Beiging, con 48 kilómetros, la calzada del lago Pontchartrain, sita al sur del Estado de Luisiana (Estados Unidos), con 38 kilómetros de longitud. La novena posición es para el puente de la Línea 1 del Metro de Wuhan, con 37 kilómetros, y la décima para el puente del pantano Manchac, un viaducto doble, también en Luisiana, con 36 kilómetros de longitud.
